martes, 17 de mayo de 2011

no sé...

15 de mayo, Democracia Real, No Les Votes... A ver, es ya una especie de lugar común el preguntarse por qué aquí no reacciona la gente, por qué no hay manifestaciones masivas protestando por los recortes sociales y contra los que provocaron la crisis que se nos come por los pies. Ahora parece que se empieza a articular una suerte de movimiento o de rebullir que sí saca a la calle a la gente, a mucha gente: el pasado domingo las manifestaciones fueron más concurridas que las del 1 de Mayo, y eso seguramente quiere decir algo. Y se nota que los políticos y muchos medios no tienen ni idea de cómo reaccionar, y van de la descalificación oportunista a la venda en los ojos, mirar para otro lado, minimizar o ignorar lo que pasa. 

Ahora, yo tengo mis dudas. Igual es que he visto ya muchas cosas, o igual es que la épica de tomar las calles me parece a estas alturas un poco banal. O que me pilla mayor. O que no me fío... Sí, igual va por ahí: no acabo de fiarme cuando en los manifiestos que pueden leerse del "movimiento" se califican a sí mismos como "personas normales", y en algún caso hasta dicen ser "apolíticos", un término (y un concepto) que, en mi experiencia, no solo es rigurosamente imposible (no se puede ser apolítico, con independencia de la percepción que cada uno tenga de lo político, del hecho político: ser ciudadano, si se es consciente de ello, es ser político), sino que acaba derivando siempre hacia extremos menos deseables. Me jode eso de "personas normales". ¿En oposición a qué? ¿No ser normal es acaso malo? ¿Quién define la normalidad? ¿Estar afiliado a un partido o a un sindicato te hace menos normal? ¿Votar a un partido mayoritario te convierte en no normal? No sé... (Y cuando digo que no me fío no saco a pasear ninguna conspiranoia: la bobada de que todo esto está montado desde la derecha para desmantelar el posible voto de la izquierda me parece eso, una bobada.)

Y, claro... se entiende la explosión (que todavía me parece pequeña, ojo), y se entiende el rechazo a unos partidos cuajados de corrupción... como no se entiende eso de que las encuestas den como ganadores a políticos imputados y presuntos chorizos: ¿en qué piensa alguien que piensa en votar a Camps, en qué pensaba quien votara en su momento al difunto Gil? Admitamos la propuesta de no votar a los que tengan en sus listas a presuntos delincuentes... pero, ¿no es comprensible también la postura de quien vota a la contra porque considera demasiado peligrosa, por así decir, la posible alternativa (porque aquí, por ahora, o gobiernan unos o lo hacen los otros, no hay opciones)?

No sé, no sé... por una parte, es hasta ilusionante ver a toda esa gente en la calle. (Aunque da un poco de pudor escuchar a quien compara esta cosa con las revueltas cívicas en países árabes... ¡Hombre, por favor, vamos a pararnos a pensar antes de decir chorradas!) Por otra parte, no tengo nada claro hacia dónde habría que ir, cuáles son las alternativas (que digo yo que habrá más de una), cómo puede todo esto cuajar en algo sólido, si es que puede.


No sé, ya digo. No sé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la prensa en general, parece necesario reflejar la caracteristica de este grupo. Desde el comienzo se nos llama antisistema, por ejemplo.
De ahi el hecho de definirnos a nosotros mismos como "personas normales". Tú mismo has incurrido en el mismo error.

fcnaranjo dijo...

¿En qué error, concretamente?