martes, 1 de febrero de 2011

hace tanto tiempo...

En concreto, algo más de 25 años. Casi nada.

Por entonces, con la efervescencia del momento y una considerable resaca de Madriz y Cairo, seis incautos con mucha ilusión y poca cabeza nos embarcamos en la aventura de producir y editar una colección de postales, que era algo que entonces se llevaba mucho. Inventamos un nombre para el colectivo y uno para la primera colección (sí, han leído bien: la primera... ganas de comernos el mundo sí que teníamos). Decidimos que sería buena idea que cada postal tuviera detrás un texto que complementara la ilustración (más que nada por darme a mí algo que hacer... aunque, leyendo ahora lo que escribí, mejor hubiera hecho si me hubiera estado quietecito). Planteamos un diseño chulo, aunque algo abigarrado para lo que pretendíamos. Nos lanzamos a la piscina... sin acordarnos de mirar si había agua.

El resultado final fue que apenas si las distribuímos por pura dejadez, y por pura dejadez se nos pasó volver a los sitios donde las habíamos colocado para cobrar las que hubieran vendido. (Algunas se vendieron, porque al poco tiempo vi yo una de las imágenes pintada en la pared de un bar de la costa...)

Había gente con talento en el equipo: el amigo Almela (que entonces no pudo participar, pero estaba en el ajo) vive ahora en L.A. y trabaja para Spielberg, el señor Aísa lleva años peleando en el mundo de la animación española, Kaíto abandonó el sobrenombre para, con el tiempo y la lección bien aprendida, regresar al mercado como editor audaz (Dibbuks), Ricardo Machuca lleva también años en la batalla diaria y es responsable de las imágenes y buena parte de la estructura de página de Las arenas del tiempo. De mí, qué les voy a contar que no sepan. Y el sexto hombre, Moragrega, desapareció sin dejar rastro después de bordar el papel de gran esperanza blanca.

25 años después, y gracias a su labor de búsqueda, aquí están las postales firmadas por el señor Aísa (las entintó con pincel y sobre papel satinado, con un pulso de faquir que todavía hoy conserva), y  también las dos que se hicieron a manera de gancho publicitario. (Las demás permanecen en algún trastero, es un suponer...)






5 comentarios:

FHNavarro dijo...

Bonitas!!

Un saludo

M.A.Aísa dijo...

El prefacio demuestra que te acuerdas de todo, yo ya he perdido memoria y retentiva, a ver si un día de estos encuentro las que faltan, pero no apuestes por ello... la memoria.

j. dijo...

Bien chulas que son, caray.

Anónimo dijo...

Luego dices que no tienes memoria y que se te olvida todo, ejem.

Son muy bonitas.

:)

fcnaranjo dijo...

se me olvida casi todo... ya sabes, con la edad uno se acuerda más de lo que ocurrió hace 25 años que de lo que cenó anoche mismo... (que fue pizza: lo dejé escrito aquí, por eso lo sé... ejem...)