lunes, 29 de junio de 2009

breviario de dos cosas, dos

Anoche estuve viendo Coraline, la película que ha escrito y dirigido Henry Selick a partir de la novela de Gaiman (un librito que, ya lo saben ustedes, es quizá el que más me gusta de su autor). Y disfruté mucho del universo colorista y perverso de la película, que me pareció, sin embargo, un poquito plana: no hay una gradación en el ritmo, no hay picos de emoción, es todo demasiado uniforme. Algo que al director ya le ocurrió en James y el melocotón gigante, por cierto...

En todo caso, hallazgos visuales en cada fotograma y una perfección técnica abrumadora. No es la película que debió ser (con todos sus aciertos, que no son pocos), pero es una que se le parece mucho y que se disfruta, también, mucho.


Y esta mañana, después de mi sesión de dentista (no pregunten...), he terminado de leer I kill giants, la aventura americana de Ken Niimura. Un guión notable de Joe Kelly y un derroche de buen pulso e imaginación del amigo Ken para una historia de adolescentes que se enfrentan de una peculiar manera a su miedo a la muerte. Me lo prestó la amiga R, con dedicatoria autógrafa del dibujante... y me ha gustado lo suficiente como para pensar en comprarme la edición de Norma, que la de Image no me acaba de convencer...


Por lo demás, sol y buen tiempo, ya saben...

3 comentarios:

Mar dijo...

En el Saló estuvimos hablando el Sensei Berni y yo con Ken y resultó ser muy majete!
Y Coraline: tengo el librito aquí mismo y la peli... la tengo pendiente, como tantas otras cosas!!

Besitos

álvaro ortiz dijo...

a mi coraline me gustó mucho, leí el libro en su momento y ya no me acuerdo mucho ( tengo memoria de pez ), pero me parece que la película ha quedado muy bien, aunque quizás lo que comentas del ritmo sea cierto... ummmmm

y el matagigantes está muy bien, el guión es interesante y ken ha hecho un trabajo estupendo, y como dice Mar, es un tipo muy majo

Francisco J. Ortiz dijo...

Precisamente acabo de leer el cómic de Joe Kelly y Ken... Y me ha encantado. Recomendado queda por mi parte.