viernes, 6 de junio de 2008

dudas

Y yo, que no entiendo nada... No sé, igual es que no soy normal.

12 comentarios:

jali dijo...

ya somos dos anormales

ja ja

mr.ed dijo...

me quedé igual cuando abrí el país hoy... ¿a los cielos por cortar cuatro orejas? ¿es el país el que tengo entre mis manos? 600 euros por una entrada de 60?






(oye, recién me veo aquí al lado, gracias!)

fcnaranjo dijo...

Pero no es El País solamente, señor Ed: es todos los diarios, es todas las televisiones, es una especie de fiebre nacional alrededor de este hombre...


(Y claro que está usted ahí al lado, que me gustaron las cosas suyas que se publicaron por aquí... y mucho.)

AnnieChristian dijo...

¿y lo divertido que es escuchar a los comentaristas taurinos de la radio? Eso sí que es hablar en clave, palabras como tronío, prestanza, y a correr. A mí lo que me gusta es cuando dicen eso de "torea con verdad" que debe ser algo muy grande :-)

Anónimo dijo...

Háganme sitio...

(Pan y circo, se decía en tiempos.)

Anónimo dijo...

¡Hola, mi querido no normal!

JC
--

Anónimo dijo...

Yo reconozco mi anomalia y declaro mi pasión por los toros aunque dentro de una pugna entre mi lado apolineo y mi lado dionisiaco con una importante tara por haber crecido frente a Las Ventas.

El debate en torno a Tomás es curioso porque algunos cuantifican sus meritos por cuanto más se arrima al toro y su talante casi sucicida...en fin, que acabo de comer y ando algo achispado por unas copas de vino de más...

Anónimo dijo...

Por cierto, que graciuas a sus recomendaciuones estoy con lo último de Pilar Pedraza y a pesar de algo de apresuramiento en el planteamiento de las situaciones me está gustando.

fcnaranjo dijo...

Ah, pero lo de la crónica taurina es literatura. De la buena. (Bueno, igual no siempre... pero ustedes me entienden.)

Y yo sí puedo ver la belleza en el ruedo cuando la faena es buena y esas cosas... una belleza cruel y en clave, pero belleza al fin. Es lo demás lo que no entiendo. Es la celebración de esa crueldad.

(Y lo del carácter suicida del señor Tomás tampoco lo entiendo, porque da la sensación de que más se le aplaude cuanto más sangra... y algo debe ir mal ahí, me parece.)

Anónimo dijo...

"suicida" sería si sale al ruedo de entrada a la vez que el toro, vestido de luces y todo eso, pero sin el desgaste previo de los que van "preparando" al toro para el descenlace final con el torero-star.

sería verdaderamente noticia que un torero de esta categoría, decida saltar a la arena a la vez que sale el toro. Valiente y suicida a la vez, arriesgando todas sus luminarias y de hombre a bestia, pero desde el momento en que el toro pisa la arena, un batallón de peones hacen la labor de "ensañamiento" con el animal que ayuda a que la bestia no sólo se canse, sino que pierda sangre. Después de ese... "tratamiento" aparece el gladiador ceñido demostrando que se arrima, que se pega y que -claro- se lleva las orejas.

en fin, me parece que juega con ventaja y sigo sin verle el mérito a Tomás.
¿Que se arrima más que otros? ok
¿Que da sensación de "suicida"? ok
pero sigo viendo una imparcial desventaja con toda la "previa" que le prepara el asunto final.
y si se arrima tanto más es porque -quizás- sabe bien que el toro está super-maltratado, agotado y ensangrentado cuando llega a sus manos.

Anónimo dijo...

Ese es para mi el punto. Que juega con -relativa- ventaja. Me lo hace profundamente antipático, así como el hecho de que, como ritual y reto, con la naturaleza (al menos la parte de la naturaleza de los mamíferos superiores y competidores del hombre por los recursos) domeñada, cercada, estubulada, hormonada y definitamente o útil o decorativa, por eso, digo, carece ya como ritual de sentido. Excita la sangre del público, tan cómodo en su butaca, porque hay muerte anunciada.

Y eso que yo también le veo lo bello y hasta lo grandioso a unos movimientos bien ejecutados, ese lograr armonía del antagonismo primario, la sublimación de lo masculino por medio de lo arquetipicamente femenino -la danza- frente al macho primario, que es el toro, si, ya, pero... como con los deportes: aguanta 100 lances para ver uno memorable. Como que paso.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Sin desgaste previo no hay toreo, sólo capotazos...