sábado, 31 de mayo de 2008

un par de joyas



Dos libros breves, de los de leer del tirón. El primero, Evgenie Sokolov, es la única novela que escribió Serge Gainsbourg: una obra corta y chispeante que narra la peripecia vital y moral (o inmoral, en fin... hablamos del transgresor por excelencia) de un pintor aerofágico que es, a la vez, trasunto del autor, disfraz y caricatura, alter ego y trampantojo. Editado por Machado Libros, cuenta con un prólogo esclarecedor y una traducción ejemplar, y su lectura supone una auténtica montaña rusa dadaísta, un permanente asombro, una constante mueca de incredulidad.

El segundo es Zona templada y lo firma Jonathan Franzen, escritor norteamericano del que aún tengo aquí a mano y por leer su novela Las correcciones, multipremiada, de la que gente de fiar me ha hablado muy bien. Lo vi en una librería dos días antes de que el amigo (y vecino) Ángel me lo recomendara, sabedor de mi afición e interés por todo lo que tenga que ver con Peanuts, sus personajes y su creador. Lo compré ayer mismo, de mañana, y lo he terminado de leer antes de desayunar, hoy. Se trata de una narración autobiográfica, quizá se pueda considerar ensayo, quién pone las fronteras... La infancia del autor, su relación con los personajes de Schulz y cómo éstos servían, de alguna manera, de modelo del mundo. Modelo a escala, y también modelo a imitar... o modelo que se querría llegar a imitar. También, una alabanza a las virtudes de Peanuts como artefacto narrativo y de ficción, y por extensión a las virtudes de la Historieta como medio. Y, desde luego, memoria agridulce de un tiempo, de un momento, de esa soledad especial de quien tiene apenas diez, doce años.


Dos libros, dos buenos ratos de lectura. Del todo diferentes, casi antagónicos, pese a la intención (en principio) memorialista de ambos. (Entre ustedes y yo, he disfrutado mucho más el de Franzen. Tanto, que probablemente lo leeré unas cuantas veces más, antes de decidirme a atacar Las correcciones: me dan mucho respeto sus 600 páginas. Porque él ha dicho en unos pocos párrafos casi todo lo que querría yo haber podido contar sobre Carlitos, Snoopy, Linus, Lucy... más de lo que yo podré decir, cuando pueda, en muchas más páginas. Y con qué elegancia, con qué ternura.)

1 comentario:

El canibalibro dijo...

De acuerdo con usted, la novela del gran Gainsbourg es un pequeña joya. También es muy recomendable la biografía sobre él que se editó este año. Qué grande.

Un saludo de El Canibalibro.