martes, 28 de febrero de 2006

worm world

-------------------------Zaplana en la televisión, esta mañana.




--------La fiesta del desprecio, el discurso del gusano.

lunes, 27 de febrero de 2006

alguna compra

Será trivial, pero me ha llegado un tomo que compila los 21 primeras entregas de House of Mistery. Título legendario, de la DC, en el que publicaron desde Alex Toth a Wrightson, pasando por casi todos los mejores (y unos cuantos de los peores, también). Casi 550 páginas de historieta de aroma añejo y aliento pulposo, en papel también pulposo, con una reproducción que no favorece los trabajos menos tradicionales (Neal Adams y su lápiz graso o sus grises...). 17 dólares tienen la culpa...

Yo lo he estado hojeando y, la verdad, más allá de la pereza que me ha dado la idea de que un día pueda apetecerme leerlo todo, he disfrutado descubriendo las tintas de Wally Wood, los lápices de Gil Kane, los trabajos de Joe Orlando, Tony de Zúñiga, Sergio Aragonés...

(Me han llegado más cosas, pero ya les iré contando...)

nieve

Extraño fin de semana...

El sábado se inició con una mala noticia. La noche del viernes fallecía una conocida, alguien con quien trabajé durante un tiempo, una mujer vital que tropezó con uno de esos cánceres que no dan la cara hasta que te han minado de manera minuciosa e irreversible las entrañas. No fue una muerte inesperada, claro: se veía venir, era cosa de días. Pero fue una muerte triste, de las que te dejan con las defensas emocionales a cero. Porque la vida había sido con ella mucho, mucho más cruel de lo que fue la enfermedad. Porque había peleado, sin agachar la cabeza, contra muchas cosas. Porque sacó adelante a sus hijos a pesar de un padre, de un divorcio, que en fin... Porque tuvo uno de ellos un accidente terrible, de mucha gasolina ardiendo y mucha piel abrasada, y consiguió que lo superara a fuerza de cariño y puro nervio. Porque entraba y salía de diferentes contratos de mierda, pero había conseguido ya una mínima estabilidad laboral... y de pronto, una prueba, resultados que no encajan, abrirla con la esperanza de y cerrarla sin hacer nada, sabiendo que no había nada que hacer salvo esperar. Y la rápida cuesta abajo. Y la muerte.

La mañana fue triste, sí... y el viento helado y el cielo gris no ayudaron.


Por la noche, sin embargo, la nieve creó, durante unos minutos, un paréntesis cuajado en blanco, una suspensión del tiempo, un ensayo de ensueño poroso y casi mágico... Copos como puños, calles de cristal algodonoso y, desde el coche, en una acera, una muchacha vestida de novia caminando a buen paso, cuesta abajo: un fantasma, una canción, una de esas imágenes imborrables con las que alguien querría hacer poesía, cuando es su pura carnalidad la que esconde toda la poesía del mundo, toda esa poesía que no puede atraparse en palabras.


(El domingo no existió, casi: el domingo trabajé.)

sábado, 25 de febrero de 2006

california

* ...cosita guapa detrás de mí...



______________(Ella estuvo en los Romeos, ¿se acuerda alguien?)

jueves, 23 de febrero de 2006

algún enlace, alguna presentación, un poco de lluvia...

Me llega una nota de Dibbuks. Pueden ver aquí un enlace (yo no lo abrí aún, que voy pillado de tiempo hoy) sobre la presentación del álbum Billy Bob en la librería Imágenes, el pasado 17.

Me llega nota, también, de la presentación, hoy mismo, del libro de Enrique Cabezón (Dios cabalga los lomos de las muchachas, hablamos de él hace unas semanas). Será hoy, ya digo, en el Ateneo Riojano de Logroño, a las 20'00 horas. (Si quieren hacerse con él, consulten la web de la editorial... Personalmente, se lo aconsejo.)



Me entero, además, de que hay una nueva bitácora que frecuentar. Enseguida, en cuanto que tenga diez minutos, la añadiré a los favoritos de aquí al lado. Mientras tanto, pinchen y disfruten. Está recién estrenada, y la firma El Pesi, alguien que ha demostrado ya de sobra una sensatez envidiable en sus diferentes intervenciones electrónicas...


¿Más? Que Madriz ha amanecido en gris también hoy. Que no se va el frío. Que de cuando en cuando amaga una llovizna helada. Que en un ratito me marcho al trabajo.

Y que pasen un buen día...

martes, 21 de febrero de 2006

por la ventana

Por cierto, que sigue haciendo un frío serio, hoy.

Muy serio.

Y está el cielo muy gris. Gris de nieve. Gris triste de invierno.

Si pueden evitarlo, no salgan a la calle. Es un buen día para leer esas cosas, ya saben...

(Sí, yo salgo en diez minutos.)

desde el norte

Llegan noticias de la inminente publicación de Diarios de festival, el experimento autobiográfico de Ángel de la Calle del que hemos ido dando noticias de un tiempo a esta parte. Se podrá encontrar en las librerías hacia mediados de marzo (las fechas de distribución nunca son exactas, ya saben... Sobre todo, en el caso de editores pequeños), tendrá 120 páginas en blanco y negro, costará 12 €uros y será, atentos, una edición muy limitada. Ojito, pues. Procuren hacerse con él en cuanto que lo vean, no sea que luego lo lamenten.



Del libro han visto ya aquí, y en alguna otra dirección amiga, varias páginas. Un estilo rápido, ágil. Una urgencia a la hora de la puesta en página más que refrescante.

No se lo pierdan. Es una apuesta poco habitual en nuestro mundillo, una apuesta arriesgada que merece llegar a buen puerto.

(Yo, que puedo llegar a ser insistente como no tienen idea, procuraré recordarles de cuando en cuando que la fecha se acerca...)

lunes, 20 de febrero de 2006

qué frío...

Que sí, que el invierno ha vuelto. No dejen que les engañe el sol... Hace un frío que pela.


En otro orden de cosas, les cuento que ayer estuve viendo una excelente película de Patrice Leconte (un señor al que le tengo bastante fe, la verdad), aquí llamada La chica del puente. Una fábula de amour fou y telapático, rodada en un blanco y negro modélico, con una cámara inquieta y rigurosamente contemporánea, de encuadre nervioso y lleno de vida. Hay en ella escenas turbadoras y un clima de elegante desesperanza que atrapa desde el primer momento, como atrapa la ironía que burbujea en los diálogos y la belleza de Vanessa Paradis, una señorita que nunca me dijo nada, pero que proporciona a su personaje una fragilidad adolescente y un desparpajo impagables.

Sé que es una película menor en la carrera de sus director, y sé que no pasará a la historia del cine. (Si acaso lo hiciera, sería una nota al pie... y ya me parece mucho.) Pero tiene esa atmósfera pop y de desgarro tierno que a mí me pone, qué quieren...


(Además, y por si no lo sabían, ando enganchado a Wonderfalls, una teleserie que murió ya en los USA y que resulta tan, pero tan marciana... que uno no se sorprende de su defunción, claro... Les contaré cuando acabe de verla...)

domingo, 19 de febrero de 2006

domingo, todavía: una declaración (o una conversión).

De lecturas reposadas.

Les dije de dos nuevos Sfar (nuevos en mi biblioteca). Les dije del reciente Isaac, de Blain. Y, en efecto, hoy he dado buena cuenta de los tres libros. Con una media sonrisa de placer. Esa expresión un poco embobada que se le queda a uno en la cara cuando se deja arrastrar por un relato sorprendente y se ve envuelto, atrapado en el mundo que propone el autor, hechizado por el buen hacer, por la inteligencia, por el talento, por el trabajo.


Lo admito: fui muy reacio, durante un tiempo, a la obra de Sfar, que por aquí llegaba, además, con cuentagotas. (Blain no; Blain me engachó a la primera.) Ahora ya no. Ahora, aquí, hago pública mi rendición sin condiciones al talento arrollador de este hombre, a su capacidad fabuladora, a su torrencial grafomanía. No me importa que a veces los argumentos se dispersen, no me importa que a menudo se resienta la estructura narrativa. No me importa que los resultados plásticos oscilen de lo muy hermoso a lo más bien discutible. Me rindo.

El mundo de Sfar es arrebatador, y su manera de sumergirnos en él implica, sí, un esfuerzo por nuestra parte, una voluntad por dejarnos llevar... pero, una vez dentro, no hay vuelta atrás. En absoluto, de ninguna manera. Es ya para siempre.

Aquí les dejo un par de cubiertas. Son los libros que me han terminado de ganar para la causa. No son los mejores que he leído suyos. De hecho, en ambos hay todavía una cierta desorientación por parte del autor, que va tocando diferentes palos mientras intenta encontrar la manera de dar forma al magma fabulador que burbujea en su cabeza. En Le petit monde du Golem aparecen personajes conocidos, personajes que luego serán cuajados y desarrollados en títulos posteriores. Es un trabajo ligero, frágil, lleno de una rara belleza. Paris-Londres, por contra, es una perfecta locura, un folletón paródico, una sucesión de situaciones absurdas y personajes inverosímiles, una fiesta referencial; casi se diría que se trata de un afortunado ejercicio de escritura (de Historieta, en fin) automática, chispeante y alambicado.

He removido mi desastrosa biblioteca, he rescatado diferentes álbumes de diferentes montones polvorientos y tengo a mano todo los que he ido comprando de Sfar. (Y lo de David B, lo de Larcenet, lo de Blain, lo de Trondheim, que al final es el que menos me satisface...) No es mucho, pero imagino que iré rellenando lagunas en los próximos meses. (Algunas lagunas, en cualquier caso...)


Y, en lo que respecta a la quinta entrega de Isaac le pirate, titulada Jacques, qué puedo decir. Resulta frenética, casi. Está llena de momentos excitantes (y sexy, créanme). Tiene a un Blain en plena forma, capaz de elaborar imágenes fantasmagóricas, bellísimas, sin perder de vista en ningún momento el desarrollo de la acción y la estructura de la narración.

No esperen que les cuente el argumento: esto no quiere ser una reseña. (Y yo no hago reseñas en las que cuente los argumentos, además; no me gustan.) Sí puedo decirles que hay sorpresas. Y que es una lectura de las que se disfrutan. (Como decía más arriba... tengo ya a mano los cuatro libros anteriores. No tardaré en darme un atracón.)


Queda dicho, en fin: considérenme un Sfaradicto. (Dentro de un orden, sí... pero adicto.)

domingo

El sol engaña. Se cuela por la ventana, se derrama sobre el teclado e invita a salir a la calle: está el cielo de un azul que es para no creérselo, y hay nubes de algodón con la panza sombreada en gris oscuro...

Pero hace un frío nórdico, y el viento corta como un torrente de cuchillas.

En casa, huele a suavizante: la colada. Suena música suave. Hay un buen montón de libros y tebeos sobre la mesa, un par de películas por ver, pocas ganas de hacer nada...

Pasta y vino tinto. Bombones de postre.

Una manta de cuadros para arrebujarse delante de la pantalla.


Domingo...

sábado, 18 de febrero de 2006

maticemos, que llueve...

O, para ser más concretos, que llovía: justo cuando he salido a comprar. (Por joder, supongo.)

Además, hace frío.


Hablaba de Humo, ayer... anoche, vamos. Y va a resultar que el filo se me queda pelín romo a partir de ciertas horas... (Será la edad, no sé.) Sensación de ya visto, o ya leído... pero no hablaba del trabajo individual de cada uno de los autores. Hablaba de la percepción general que uno tiene cuando hojea la revista y que se confirma una vez termina de leerla. Sensación de más de lo mismo, sí, que a lo mejor es inherente al formato, vaya a saber, pero que supone, en todo caso, un lastre a la hora de plantearse la compra de próximas entregas. (Con independencia, insisto, del esfuerzo personal de los colaboradores: Jali, bordando lo suyo de manera referencial y jocosa, Roca sorprendiendo con la expresividad de sus personajes, Gómez con lo suyo, más elegante y sintético que nunca...)


Y el día se ha abierto, pese a la lluvia molesta y los arrebatos de viento, con, para mí, un notición: en cosa de un mes aparecerá la nueva novela de Eduardo Mendoza, que además se encuadra en su vena realista (por sí decir), más cerca de Una comedia ligera que de La aventura del tocador de señoras.

Nueva cuenta atrás, en fin.

viernes, 17 de febrero de 2006

más humo


Pues sí, esta mañana he comprado la segunda entrega de Humo. Lo mejor, Paco Roca y Jali y Lorenzo Gómez y Lola Lorente y Toño Benavides. Lo peor, que tiene uno la sensación, mientras lo lee, de que todo (casi todo) es más de lo mismo.

He comprado, también, la edición de bolsillo de Ilión, de Dan Simmons. Dos tomitos, con traducción de Rafa Marín y a un precio más que interesante: 5 €uros cada uno.

Y tengo, desde hace unos días, un par de libros de Sfar editados por L'Association: Le petit monde du Golem y Paris-Londres. Los leeré en breve y les contaré.





En otro orden de cosas, esta mañana les intenté contar de mi sorpresa al leer en el diario, en la sección de Gente (justo después de las críticas de cine, con los números de la Primitiva y con el Sudoku), de las declaraciones de Frank Miller a propósito de su proyecto más reciente, Holy Terror: Batman!, un novelón gráfico de doscientas páginas en el que el de Gotham rastrea, encuentra y canea al mismísimo Bin Laden. Les hablaba de demagogias y oportunismos, de pérdidas del norte... y hasta les busqué una impactante imagen con su punto de coña (que no es de Batman, ya lo ven aquí al lado, pero tanto da, qué caramba)... pero el chisme se atascó, blogger dejó de ser accesible de pronto y no encontré manera de colgarles la entrada... que se perdió, claro, en el éter.


Bien está lo que bien acaba: dejo aquí constancia, pues, de mi asombro. No porque la noticia lo sea, aunque sea en tan recoleto rincón del periódico... Más bien, por la noticia en sí misma.


Ah, y otra cosa más: me estoy resfriando... El que avisa...

jueves, 16 de febrero de 2006

enlazando

Cada mañana, entre otras cosas, procuro echar un ojo aquí. Un sitio en el que Berta, Alex y Marta se preocupan de seleccionar imágenes y textos con los que ralentizar el inicio del día. La vorágine es menos cuando uno ha reposado la mirada en una de esas ilustraciones, cuando ha leído en voz baja alguna de esas citas...

Cada mañana, entre otras cosas, miro por la ventana antes de hacer nada. Antes, incluso, de meterme en la ducha. Hoy está el cielo gris, y un viento desapacible, frío, agrio, barre la acera de mi calle. Será que ha vuelto el invierno, no sé...

(Y, para justificar un poco más el gerundio, un segundo enlace: aquí pueden leer una reseña meditada y en absoluto descabellada de uno de los títulos más notables que hayan firmado el dúo Gaiman/McKean.)


Que tengan un buen día...

miércoles, 15 de febrero de 2006

hoy



Esta tarde.

Ha estado a tres palmos de mí.

Algo más alta que yo, de complexión fuerte y aire ligero, menudo.

Una cara limpia, radiante. Sonrisa franca.









Entenderán, supongo, que no tenga esta noche cabeza para nada más...

varas de medir

Que se publica una barbaridad, una auténtica salvajada, en unas cuartillas editadas bajo el auspicio de no sé qué obispado (¿Valencia, acaso?). Firmada, escrita, por un cura. Ya saben, que si la culpa es de ella, que va provocando. Que si a qué tanto victimismo, cuando son ellas las que abortan y es más grave.

Que el obispado procura echar balones fuera... pero defendiendo el espíritu de lo que el animal del alzacuellos afirma.

Y que, oigan... resulta que a nadie le parece tan grave la cosa, se diría, como si viniera firmada por un imán, por un ayatolá, por un talibán o por un señor con turbante. Que se tiende a disculpar, a mirar para otro lado, a entender... porque los cristianos no son radicales ni fanáticos, claro.

Y a mí... pues que me pone enfermo la cosa. Y me cabrea mucho. Pero mucho.

Y que hay mucha gentuza disfrazada ahí, detrás de un alzacuellos... Mucha gentuza, señores.

martes, 14 de febrero de 2006

un par de cosas más


De música: otra de esas joyas pop de Siesta. Una gozada para tardes de sol y cócteles con sombrilla...


De otras cosas: este enlace que les dejo aquí, porque estas cosas de despidos dudosos me ponen un poco de los nervios. Ni entro ni salgo, porque no conozco a la gente implicada... pero juzguen ustedes, pregunten, indaguen... y actúen (o no) en consecuencia.

14 de


Un libro: Tokyo Blues, de Murakami Haruki, en Tusquets.

Una película: El apartamento, de Billy Wilder; o quizá Desayuno con diamantes, de Blake Edwards.


Una canción: demasiadas...

lunes, 13 de febrero de 2006

cosas de lunes

Por ejemplo, he visto que Taschen tiene, al menos, un libro de Araki, el fotógrafo japonés del que hablé el pasado mes. No sé si el más perturbador de los suyos, pero sí uno de los más...

Y he comprado un par de cositas de Ishiguro, que su última novela me gustó mucho.

Y he comprado, también, algo de música... Ya les contaré.

Y me he vuelto a casa con el quinto libro de Isaac le pirate, de Blain, que es (en una primera ojeada, al menos) una cosa exquisita, atmosférica, fantasmagórica. Y un Franka... en holandés, ay. (Pero tremendo: ¿para cuándo aquí, en castellano y con cuidado?)

Y se han fallado ya los premios del Foro de Cómic Europeo... (En mi línea clásica de no sé en qué día vivo, se me pasó el plazo para votar la segunda vuelta. Un desastre.)


Y eso...

un lunes

Por lo demás, el sol calienta hoy: día para pasear, ir de tiendas, esas cosas. Da gusto salir a la calle.


¿Ayer? Casi me dejo la espalda revolviendo cosas, seleccionando, reordenando... El resultado es que ahora hay una caja solitaria (y llena de papel) debajo de la cama, un poquito más de espacio en alguna parte y un puñado de libros a mano que antes andaban cada uno por un lado... (Apenas un prólogo de lo que vendrá, si es que consigo animarme a seguir; pero no hoy, claro. Ni mañana...)

(Bueno, y que leí por fin el Conan de Russell... y está bien. A pesar de los pantaloncitos... y las sandalias. Además, no falta un tono general de ironía que le va bien no ya al personaje, que también, sino a construir una mirada contemporánea sobre él. Digo yo...)

domingo, 12 de febrero de 2006

dentro #31

Esta mañana, con los ojos aún enlegañados, he estado leyendo algunos de los artículos de esta última entrega de la única revista teórica y de carácter generalista (hasta donde sé) que sigue viva, Dentro de la viñeta.

Además de un pormenorizado relato de las últimas Jornadas de Avilés, el número 31 incluye un texto razonable y razonado sobre la obra de Alfonso Font, un artículo sobre Sfar (quizá un tanto disperso y a medio escribir, pero lleno de información útil) y una apasionante entrevista (conversación) con Pere Joan, uno de nuestros grandes.

Amén de las habituales secciones de noticias y reseñas y demás etcéteras.


(No es sólo que yo les quiera mucho a todos ellos... es que la revista merece la pena: búsquenla.)

sábado, 11 de febrero de 2006

gris perro

Hay días que parecen semanas, y se arrastran despacito, y van dejando girones enganchados en el filo de cada hora. Y hay semanas que pasan sin dejarse sentir, sin que seamos conscientes de que ya es miércoles, no, viernes... ¿domingo? Caramba...

Y hay insomnios de no ver la cama, de largas horas de lectura o televisión intempestiva, pero los hay de caerse de sueño hacia la media noche y despertar sin remedio mucho antes del alba, con sabor a lejía en la garganta y un dolor sordo y mullido en la trastienda de los ojos.

Y hay, a veces, mañanas de dos aspirinas con el café, de cielo sucio y aire frío, de humor espeso, de querer no estar.


(Todo lo cual no quita para que el sol se asome de cuando en cuando y Parálisis Permanente susurren en los altavoces su pueril y agria versión de I wanna be your dog y haya un libro de Chesterton a medio leer ahí al lado, remedio seguro para cualquier mal, sea o no de orden moral...)

viernes, 10 de febrero de 2006

regalo

Está ya en casa. Heike Monogatari, Editorial Gredos.

Una edición menos rumbosa que las del Genji Monogatari, pero modélica en su honradez, en la claridad de su mirada, en su solidez y en su coherencia. Y en su poética, también; y es eso lo que cuenta.

Da un poco de vértigo adentrarse en sus muchas páginas, pero qué placer hojearlo despacio y al azar. (No descarto frecuentarlo a lo largo de las próximas semanas... De hecho, me apetece mucho.)


No se pierdan, por cierto, y aunque no venga a cuento, la entrada de hoy de la bitácora del señor Espada.


Por lo demás, el cielo está tiñéndose de gris ahora, el aire sabe a cristal molido y no puedo evitar estar de bajón, como quien dice. (Cosas mías...)

jueves, 9 de febrero de 2006

dos caprichos


Aquí al lado, sobre una silla. No he encontrado aún dónde esconderlos... ni he encontrado tiempo para leerlos, tampoco.

Por una parte, un Conan visto por Graig Russell... Algo que uno hubiera calificado, en tiempos, de inimaginable... y que no sé si acaba de funcionar bien. (No he podido leerlo, ya he dicho...) La edición de Dark Horse es, como parece ya costumbre, impecable. (En cuanto que encuentre un ratito les cuento qué tal... Debo reconocer que a mí, el Russell guionista/adaptador me gusta mucho... pero ya veremos.)

Por otra parte, y aquí no hay discusión posible, Sketches & scribbles: Desene, del señor Ovi Nedelcu. Un libro de formato apabullante, señorial incluso. Lleno de dibujitos, diseños, garabatos, ilustraciones... Lleno de hallazgos frescos, lleno de imágenes arrebatadoras. Está editado por Image.

al día

Y las cosas que no dejan de enredarse, oigan. Y todo se mezcla: las publicaciones que aprovechan la libertad de expresión para agotar tirada y las voces indignadas que piden burlas en torno al Holocausto (olvidando, quizá, o incluso ignorando, que también las ha habido: Vuillemin, por un poner; que tuvo sus problemas; y errando del todo, de manera catastrófica y ridícula, al colocar ambas cosas, unas creencias y una realidad histórica, en el mismo plano...).

Y, en el entretanto, las banderas que no dejan de arder, las embajadas asediadas, un puñado de barbudos pataleando en calles polvorientas y la sensación de que hay más hilos detrás, manejando las cosas, que los que ya sospechamos todos...


Por otra parte, y en un muy otro orden de cosas, no fue ayer mi mejor día...

Eso sí, estuve viendo por la noche La balada de Narayama, la película dirigida por Kinoshita Keisuke en 1958 (no confundir con). Una exquisitez de plástica teatral y ritualizada que, sin llegar a arreglar el día, me dejó un buen sabor de boca antes de irme a la cama a intentar dormir...

para leer

Prosa invisible, sedosa; de esa que pasa desapercibida, pero que se cuela dentro y no deja que el libro se despegue de las manos. Una novela fascinadora, íntima, apasionante.




Y una cubierta, no me lo negarán... bellísima.

a remolque

Editan Futuropolis y el Museo del Louvre, y es de una belleza hipnótica, porosa...



Obviamente, queda mucho en nuestro país para que la Historieta sea reconocida de esta manera por los estamentos culturales...

miércoles, 8 de febrero de 2006

después del martes

Ayer tuve día libre en el trabajo, y eso se tradujo en un largo paseo matinal con un par de paradas (una delegación de Hacienda y el Hipercor del barrio), en una jugosa sesión de episodios de M*A*S*H, en un poco de vino con la comida, en un agradable encuentro vespertino y un magnífico libro del mejor Chaykin, en la compra de una camiseta nueva, en un rato (más largo de lo habitual) de lectura.

Tuve, también, noticias del trabajo: ingeniería dactilar y asimilación de ineptos. (Ja y ja...) A ver hoy...


Hoy.

Eso, vuelta al trabajo, lectura de metro, cielo azul...

martes, 7 de febrero de 2006

otra vez: luto

Yo he sido siempre más de Miércoles y Morticia, pero qué quieren...




Por cierto, y por si no lo sabían: ¡95 años tenía... y un programa de radio semanal! Y una notable actividad política, como representante de no sé qué partido verde de por allá...





Descanse en paz.

lunes, 6 de febrero de 2006

pues sí que estamos bien...

Pinchen ustedes acá y verán que la intolerancia no tiene que ver, únicamente, con los turbantes, si me permiten la broma... (A no ser que el señor Bautista se haya convertido, que vaya usted a saber...)

Por lo demás... no ha sido mal día. Tertulia, tebeos bonitos en la mochila (ya les contaré), unas copas...

Buenas noches.

semana nueva

El sol se me cuela por la ventana, suenan Jesus & Mary Chain.

Lunes.

He estado trasteando, curioseando en los sitios vecinos, poniéndome al día con el correo, que el fin de semana ha sido largo y desenchufado...

Alguna noticia que no deja de sorprenderme: en los resultados de las votaciones de La Cárcel, esta casa (que es de todos) ha obtenido nada menos que 14 votos, clasificándose en el puesto número 13.

Alguna otra cosa, oída en la radio hoy: que para finales del mes próximo se publica nuevo trabajo de Massive Attack, mitad grandes éxitos y mitad nuevo disco. Incluirá también formato DVD, parece, con los clips. (A mí me gustan, qué quieren...)

Y otra cosa más, fresquita de la bandeja de entrada de mi correo: pinchen aquí. (Yo voy a añadirlo en la columna de recomendados en cosa de minutos...)



Con la amiga Mónica he tomado cañas, con ella he hablado de lo divino y de lo humano. Juntos nos hemos reído hasta regar la mesa de lagrimones. Y da gusto verla de vuelta a la luz pública...

Les dejo ahora. Pasen un buen día...

domingo, 5 de febrero de 2006

más acontecimientos...

Llego del trabajo y, en las noticias, la erupción islamista, embajadas incendiadas... Y mujeres asesinadas, también. Aquí, en la España europea. Asesinadas, masacradas; por sus parejas, o por quienes lo fueron.

Y del asunto mahometano... qué quieren, me parece tan absolutamente ridículo todo... Y me indigna una cierta actitud de por aquí, ese rollito de propugnar la libertad de expresión pero cuidado, con respeto, que tampoco hay que provocar porque luego claro... Diversidad cultural, sensibilidades otras... Pero no entiendo que tengamos que respetar el burka y que no voten las mujeres y la poligamia, por ser identidades culturales o poco menos (por no hablar de prejuicios religiosos), y al mismo tiempo debo pensar y sopesar y dudar antes de ejercer mi libertad de opinión y expresión, mi libertad de pensamiento, mi libertad mía de ser yo. Incluso mi libertad de ser ateo, de no creer. (Como decía maese Espada... ¿quién respeta mi sensibilidad de ateo asediado por tanto credo queriendo legislar mi manera de vivir, de pensar, de expresarme?)

Ridículo y vergonzoso.

Y da miedo ver a tanto fanático en la calle, aullando, amenazando, pidiendo sangre.

Y da risa, también. La risa triste de quien comprueba que la caverna está ahí, un paso por detrás nuestro... no sé si cada vez más cerca.

Y da rabia.

sábado, 4 de febrero de 2006

algunos acontecimientos de la semana...

El jueves, quizá el miércoles, apareció por el trabajo una compañera que volvía de Nepal, de recoger a la niñita que ha adoptado, un torbellino tostado de casi tres años, todo risas y ojos brillantes. La verdad, daba gusto verla corretear por el comedor (de empleados, se entiende), saludar a unos y a otros como si nos conociera de toda la vida. Y daba gusto escuchar ya sus primeras palabras en castellano...

Quizá como contraste, en un rincón, debajo de una de las mesas vacías, una cucaracha del tamaño de mi pulgar se dedicaba a mover las antenas sucias, como intrigada por el alboroto. Desapareció enseguida...

Bonitos contrastes...


Ayer, también en el trabajo, asamblea de trabajadores. Nuevo comité, misma actitud déspota de la empresa. Expedientes abiertos... alguno, más que serio. Cautela; no sé si demasiada, visto lo visto. En una semana, veremos...


El sol no se va. Da gusto pasear. Madriz tiene, últimamente, el bonito subido...

...y más citas, ya ven ustedes...


Pues eso. Si pueden, no se pierdan la presentación, el próximo martes a las ocho de la tarde.

En cuanto a la exposición... no busquen excusas: no las encontrarán. Tienen que verla.

viernes, 3 de febrero de 2006

citas, citas, citas...

Dos cositas.

Primero, tienen aquí una entrevista con el señor Rafael Marín, a propósito de La leyenda del navegante, la novela que publicó Minotauro recientemente en una versión respetuosa y en un único volumen. La entrevista es corta, pero jugosa, ya verán.

Y luego, que el día 3 de febrero se presenta el segundo libro de Modotti, editado por Sinsentido, en el Centro Municipal de La Arena, en Gijón. Será a las ocho de la tarde y contará con la presencia magnética de su autor, Ángel de la Calle, que en breve iniciará una gira brasileña para promocionar la edición del libro en el país de la bossa nova. (Edición, por cierto, que está cosechando un éxito más que notable...)



(Ya que estamos, habría que mencionar que este mes de febrero verá la luz la primera entrega de Diarios de festival, el experimento autobiográfico en tiempo real y sin red de Ángel de la Calle... pero habrá tiempo de hablar de ello más adelante y más despacio...)

jueves, 2 de febrero de 2006

para mirar

Hoy es jueves y hace sol. Apetece pasear, esta mañana...

Les dejo con un par de imágenes de Dupuy y Berberian. Hace ya tiempo que no colgaba algo de ellos aquí... y me he levantado nostálgico hoy. Si tuviera tiempo, rastrearía mis primeros ejemplares de Monsieur Jean para hojearlos despacito... (Ah, pero aún tengo muy a mano su Petit peintre remasterizado...)


miércoles, 1 de febrero de 2006

febrero

Pareciera que no... pero el caso es que llevamos ya un mes entero instalados en este 2006, y febrero se inicia con un amanecer helado y gris... aunque a estas horas ha salido ya el sol y el cielo está de un azul pasmoso.

Estamos en febrero, se anuncia como inminente el nuevo disco de Belle & Sebastian y yo les dejo aquí un enlace curioso y continúo, si me disculpan, con la lectura del último Tardi.

Que tangan un buen día.

algunas citas

Bueno, qué decir. Me llegan cosas.


Por ejemplo, noticia de una exposición de Andrés G. Leiva en Córdoba. En el IES Luis de Góngora (calle Diego de León, 2; en la Plaza de las Tendillas). Se inaugura el 2 de febrero y dura hasta el día 17.

Por ejemplo, noticia de la presentación de un libro de Luis Conde: El humor gráfico en España; la distorsión intencional. Será el lunes próximo, 6 de febrero, en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid, a las 13'00. (En la calle Juan Bravo, 6.)

Por ejemplo, ya está disponible la entrega 17 del boletín Cómic Tecla, con un artículo de Norman Fernández (Bienvenidos al infierno: la guerra de bosnia en viñetas) y un buen puñado de reseñas. Pinchen aquí y, si le dan al botón derecho y luego guardan como... pues eso, que lo podrán leer en su ordenador. O eso creo...(Si no, pues pinchen y lean ahí mismo, a pelo...)



En otro orden de cosas, y si me permiten... no ha sido un mal día hoy, a pesar de todo.