miércoles, 13 de septiembre de 2006

desde arriba

Desde ahí arriba, donde cuelgan cabeza abajo dos astronautas que trastean con destornilladores y cables y velcro, se ve el cielo al revés. Se ve, a veces, la humareda de los incendios. Se ven las grandes ciudades parpadeando en la noche con su millón de luciérnagas de neón. Se ve el brillo metálico del mar, el ocre sucio de la tierra, brochazos de verde aquí o allá.

Desde ahí arriba, casi se diría que es todo tan pequeño que no merece la pena regresar. Pequeño y muy hermoso, envuelto en silencio. Y apetece, de repente, volver la vista al otro lado, a la negrura que acecha, ese horizonte que no se acaba nunca. Mirar, dejarse llevar, abandonar la seguridad de la Estación y sumergirse en las corrientes de viento solar, caer hacia arriba, o hacia atrás, o hacia dentro, quién sabe... Hacia las estrellas.


Y ya vendrá alguien al rescate...

4 comentarios:

j. dijo...

Tal vez le guste este poema leído en un blog de mi vecindario...(lo recordé al leer su texto):

http://todoal59.blogspot.com/2006/07/yo-creo-en-las-noches.html

Un saludo.

Anónimo dijo...

>>>Y ya vendrá alguien al rescate...>>>

Pero que lleve arandelas de repuesto...
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Mar dijo...

qué foto tan preciosa!!

y qué bonito también el texto que la acompaña :)

Al rescate no se.. pero compañía sí que le haría a los que están ahí arriba...

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Ray Bradbury escribió "caleidoscopio" dentro de su libro "el hombre ilustrado". Contaba los pensamientos de un hombre perdido en el espacio. Escribía: "Oh, morir en el espacio era algo casi cómico. El espacio lo corta a uno, pedazo a pedazo, como un invisible y negro carnicero." Una descripción tan diferente de la poética visión del "paseo espacial" según Isaac Asimov (aunque que se declaraba aterrado ante la posibilidad de hacerlo él). En fin: contradicciones que tiene la vida.
Un saludo