viernes, 18 de agosto de 2006

cosas


Se me murió la cafetera y he ido a comprar otra esta mañana. Ligerita y un poco armatoste.

He comprado también tomates, naranjas para hacer zumo, una bolsita de ensalada (cortada y lavada, ya saben: qué gran invento).

He mirado el correo y he hojeado el periódico. Aún tengo que hacer la cama, doblar unas camisas... y se cuela un fresquito maravilloso por la ventana.


A ver cómo se da el día...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Poca información nos suministra:
-¿Murio de vieja?
-¿Había recibido amenazas antes de morir?
-¿Quien era el beneficiario de su seguro de vida?
-¿Había signos de violencia en la habitación?
-¿Llamó al CSI?
Como ve nos da poca informacion para unas mentes inquietas como las nuestras.
Un saludo.

FHNavarro dijo...

Sr. Naranjo, ¿Sabe usted hasta cuando se puede disfrutar de la expo de Klimt?

Gracias.

Un saludo

Mar dijo...

¿Le hicieron una punción, un scanner o tenía la solitaria?
Andaaa que ya nos vale con las series de la tele...

Aunque haya que cortarla, no hay como una lechuga o unos tomates recién cogidos del campo :)
Saludos

fcnaranjo dijo...

Murió, la cafetera, de una sorprendente erupción de óxido y de una goma deteriorada más allá del límite.

La expo de Klimt... creo que dura hasta finales de este mes. Puede que hasta principios de septiembre. Lamento no ser más específico... pero no compré el catálogo, ay. (Es en la sala de la Fundación Mapfre.)

Y sí, nada como el material original y en su lugar de origen... pero aquí, en la ciudad, venga o no en bolsa es difícil que conserve su sabor campestre...

FHNavarro dijo...

Graciasss

Un saludo

Anónimo dijo...

La ha dejado morir, me temo que el mantenimiento que le dio fue desastroso, suele ocurrir cuando no se mima lo suficiente. Espero que a la suplente no le pase lo mismo.Seguro que habra suerte y sera reciclada.

fcnaranjo dijo...

Vaya, ¿usted cree?

Tendré cuidado...