jueves, 13 de julio de 2006

pascin


Ajá.

Hablaba el otro día de majaderías, e inevitablemente debo señalarme a mí mismo. En algún momento, para alguna cabecera que ni recuerdo ahora (¿Urich, U, Krazy...?), escribí un texto sobre Omaha, the cat dancer en el que pasaba de puntillas sobre su condición de culebrón y tiraba de Henry Miller para centrarme más de lo necesario en su condición de tebeo erótico. Una majadería, ya les digo, que me ha venido a la cabeza mientras leía el Pascin que acaba de editar Ponent Mon en un libro impecable.

Porque si la obra de Miller no tiene absolutamente nada que ver con las peripecias de la gatita stripper que alegrara los cuartos de baño de los frikis hace un par de décadas (o quizá unos años menos, que mi memoria va y viene... bueno, más bien va que viene...), por estética y por pretensiones, por intención, por público y por resultado, por fondo y por forma, sí tiene que ver, y mucho, con este trabajo disperso y lleno de vida de Sfar.


Pascin es, en palabras del propio Joann Sfar, una suerte de biografía imaginaria de Julius Mordecai Pincus, pintor de origen búlgaro (y judío) que vivió el París bohemio de lo años veinte y treinta del pasado siglo. El mismo París que vivió Henry Miller y vio la publicación de su Trópico de Cancer. El mismo París que fue una fiesta, el de la vanguardia artística y el hambre atroz, el de las buhardillas sucias y los cielos surrealistas. Y en las páginas de Pascin se habla de las mismas cosas que en las firmadas por el voraz Miller: sexo, mujeres y creación artística; comida, vino y arte (pintura en el libro de Sfar, literatura en la obra de Henry Miller); vida, en suma. Trópico de Cáncer (como todos los libros de su autor) tiene una carga autobiográfica que va más allá de la mera pose (pose que no falta, eso sí: forma parte del personaje), y Pascin también es una reflexión que va más allá del juego apócrifo y hace del libro una de las obras más personales y reveladoras de su autor.

Pascin es un trabajo que apareció, por entregas, en la revista Lapin, editada por L'association. Un trabajo irregular que participa como pocos del amor de Sfar por la improvisación. Cada entrega fue un experimento, en cada una se jugaba con un estilo gráfico, se cuajaba más o menos el dibujo, se jugaba en mayor o menor medida al documentalismo o al sensacionalismo.

En Pascin, cada capítulo es independiente de los demás. El tiempo, la presentación cronológica de la supuesta biografía, se vulnera sistemáticamente en aras de una libertad dramática que favorece la sensación de precariedad de la que la propia vida del personaje principal participa.

La fuerza del relato se cimenta en la caracterización de los diferentes personajes (en especial los femeninos, creo) y en la crudeza con que la peripecia toma forma, una crudeza que sacrifica la coherencia dramática en aras de una espontaneidad no exenta de poesía. Una poesía agria, sí. Una poesía vitalista e inmediata, hecha de sudor y de perfume barato, hecha de piel húmeda y de labios agrietados, hecha de paredes desnudas y ventanas rotas. Una poesía de lo humano, de lo mínimo, de lo lúbrico y de lo vivo.


Para mí, descubrir a Henry Miller fue un asombro permanente. En las traducciones de Carlos Manzano (cito de memoria, pero creo que no me equivoco), devoré sus Trópicos en la misma época que descubría a Lovecraft, a Lem y a D.H.Lawrence.

Leer ahora Pascin no ha supuesto descubrir a Sfar, claro: todos sus trabajos participan, de una u otra forma, de una misma propuesta, y son ya varios los que he ido disfrutando, ustedes lo saben bien. Pero Pascin descubre un estrato más profundo, una mirada más serena. Hay en estas páginas un algo más que las convierte, quizá, en su mejor obra. En la más arriesgada. En la más satisfactoria, también. Leerlo sí ha supuesto recuperar ese asombro con que descubrí la prosa torrencial de Henry Miller.

No les aburro más. La edición de Ponent Mon es impecable. Búsquenla en sus librerías.


(Por aquí les dejo, dispersas, algunas imágenes: cuadros del verdadero Pascin, una fotografía suya, la cubierta del libro, alguna página interior. Pistas.)

17 comentarios:

Octavio B. (señor punch) dijo...

Mi madre, Omaha... bueno, yo la asocio al Krazy, pero si no me fo...falla la memoria (esa gata...ayyy), el artículo allí fue de Carlos Portela.
Por tanto,inscribamos su publicación en el 89, 90, 91... no más :)
Por cierto, nada de pajillereces... en esa edad entre los dieci y los veinte, Omaha fue un tratado sensible sobre lo femenino en todas sus facetas. Ese tebeo deberían hacerlo leer en los institutos (vale, yo también me río)... y recuperarlo, que la cosa era culebronera y no lo terminaron (y a mí me aburría número a número..pero éramos jóvenes, qué se.. igual hoy me apasiona... tendría que rescatarlo de las catacumbas y ver)
Ala, ahora sigo leyéndole el artículo, y ya comento si hay tiempo ;)

fcnaranjo dijo...

Bueno... era culebronero en el mejor sentido y sí, los personajes femeninos estaban bien planteados, si la memoria no me engaña.

(Y seguro que por ahí tengo al menos un par de tomos... Igual un día de estos... pero me da taaaaanta pereza...)

Anónimo dijo...

Omaha era

un culebrón inverosímil(si es que esta afirmación no es un atautología en si?

una sana reafirmación de las relaciones sexuales

una pulcra estética

una eficaz mnarración

una (aún más sana9 reafirmación de los "funny animals como género y 8perdonen la pedantería) 2vehículo narrativo")

unos personajes flosimos

una (pelín excesiva) corrección política

en resumen, un buen tebeo

no es poco

es mi opinión y yo la comparto

Anónimo dijo...

queria decir personajes flojisimos por tópicos y banales y corrientes.

El argumento era endeble ,endeble

Ah, carecia de sentido del humor y distancia con lo narrado

Aun asi, buen tebeo

Anónimo dijo...

Admite miradas condescendientes,generosas y nostálgicas.
No más, no menos, no es poco

Anónimo dijo...

Yo tb devoré a miller, aún recuerdo que el número 10 de la colección Club Bruguera, se concedía a Trópico de Cáncer.

Pero, ays, el tiempo ha sido cruel con H.Miller., o cruel conmigo,fulminantes y narrativamente sensatas retahilas no convencen al Luisdeluis(disculpe la autocita) humilde lector drel 2006, fascinaron, si, al lector que yo fui, al que fue usted

asi que, afrontaré el Pescin com la prevención milleriana y la bendición naranjiana y el recelo de un Sfar que no cuaja 8a pesar de quedarse cerca,muy cerca) libro cabal...auqnue, el nada pretencioso´, y sabiamente cotidiano: "Valle de las Maravillas" es una ídem

Con perdón

fcnaranjo dijo...

Le entiendo, don L. Y, lo sabe usted, comparto sus recelos al respecto de mi admirado Sfar. Pero no tema, que Pascin comparte con Miller (con ese miller de Trópico de Cancer) temas y ambientes. Y afán torrencial. Lo demás es pura asociación de ideas...

Sfar nos pilla más cerca, hoy. En todo.

Anónimo dijo...

Por aquí vamos bien, señor Naranjo. Con el post de hoy recula e intenta demostrar que puede ser igual de majadero que Manel. Perfecto, siempre es positiva la autocrítica, aunque es una pena que haya que saber qué escribió en algún momento de su carrera sobre Omaha para poder saber de qué majadería está hablando. Pero su intento, me temo, no acaba aquí, porque siempre hubo clases entre los majaderos, y aún le quedan muchos bollitos tiernos que comer para llegar a ser un majadero del calibre de Manel. Adelante, nunca se sabe.

En la reseña de hoy veo que también se ha esforzado. Vamos bien por ahí también. Empieza a analizar más aspectos de los habituales en su escritura, aunque, ay, que diría usted, se le hayan colado algunas inevitables perlas de poesía aprendidas en el taller de su maestro. Perlas tales como "hecha de sudor y de perfume barato, hecha de piel húmeda y de labios agrietados, hecha de paredes desnudas y ventanas rotas." Si exceptuamos este traspiés, buen intento esta vez. Siga esforzándose, va por el buen camino.

Anónimo dijo...

Me complace enormemente ver como les escuecen a usted y a sus vecinos las perlas del señor Naranjo ( les ha dolido lo de majaderias, ¿verdad?), cómo hacen aflorar, con una simple palabra, todos los complejitos amontonados y arrastrados desde la eterna adolescencia por sus esforzadas identidades secretas.

A mi todos ustedes, sean quienes sean, me divierten enormemente: son como una troupe de farsantillos de poca monta cobijados en su perpetua ignorancia. Nunca deja de maravillarme cómo crecen y se reproducen ( no, nunca mueren, lo cual tambien es muy gracioso...y sintomático)en los fondos de nuestra historieta.

Relea los post ...no va la cosa por donde usted dice. Lejos de hacer acto de contricción en el fondo Naranjo se rie despreocupadamente de ustedes en su manera de escribir. ¿porqué no estará pensando en tratar de reeducar a Naranjo mediante alguna extraña terapia conductista de su invención para que escriba , que se yo, como sus amigos Pepo Perez o García Sanchez, asi como en plan albañil?. Pierde el tiempo.Vamos, que ni le van a despeinar sus sandeces.

Me alegra saludarle de nuevo. Y lamento mucho no disponer de algún tiempo estos días para charlar con detenimiento.

Octavio B. (señor punch) dijo...

opiniones, opiniones y opiniones sobre cómics (o libros o lo que sea).
Lo demás me sobra.
Estas cuitas epiezan a recordarme la época Forum versus Zinco, donde sin importar quién empezó (sin acordarse) al final aburre.
Cada cual elija sus preferencias.. mejor, que bloguear es gratis, que las elija todas y se quede con lo que de cada blog considere de provecho.
Aquí hay un tono, en la casa de pepo, otro, y no lo duden, el mejor blog de todos los del mundo, el mío :))
Donde prometo, la semana que viene, hablar de Yo La Tengo, que conste ;)


Ah, Omaha, sí, buen culebrón, no despectivo...
Y Pascín apetece, y COMO HICE EN TODOS LOS BLOGS DONDE DE SFAR SE HABLA, y por no poder abarcar toda su obra (enorme animal de tablero, Sfar) pregunto al jardinero cuál es su obra preferida (yo tengo el Gato 1, el Minúsculo Mosquetero, sin leer, y Vampir, mi preferida... ah, y alguna Mazmorra, inteligente humorada).

fcnaranjo dijo...

Bienvenido, señor Parés. Hacía ya tiempo... Me alegra saludarle.

Pero haga como yo y ni se moleste en contestarle... No merece la pena.

fcnaranjo dijo...

Punch:

Es difícil decidirse por una única obra. (Tampoco yo he leído todas: como bien dices, es inabarcable.) Pero he disfrutado mucho este Pascin, como disfruto de su Vampir (el pequeño y el mayor, que conste) y del Profesor Bell. El Valle de las Maravillas me pareció tremendo. Lo del mosquetero me sorprendió...

No sé si hay un único título que me atrevería a señalar como lo mejor de Sfar. Todos tienen sus inconsistencias, en todos hay un algo que los lastra... y la sensación de que podría haber cuajado mejor. Y en todos hay algo potente que empuja a leer y a querer más...

fcnaranjo dijo...

Quizá el trabajo más interesante de Sfar sea el de sus diarios. Los publicó L'association y resultan absolutamente abrumadores, llenos de chispa, emocionantes... y agotadores, también.

En fin, ya ves que me cuesta señalar un único título. (Y si me paro a pensar, seguro que acabo por copiar aquí el listado de lo que he leído y punto...)

Espero el post de YoLaTengo con curiosidad... :)

Anónimo dijo...

Se ha pasado de listo, Señor Parés. No tengo el gusto de conocer ni al "vecino" ni al señor García Sánchez. Antes al contrario, fui amigo del poeta, por eso sé de lo que hablo. Veo que usted no.

Anónimo dijo...

Yo siempre juego a pasarme de listo, mister. No me da ningún apuro. Además no he dicho literalmente que los conozca , ya sabe la amistad es cosa de simpatías (o enfermedad) y no tiene porqué tener fronteras físicas. Y no, no sabe de lo que habla porqué realmente es obvio que nunca fue amigo del poeta. Estuvo allí, no lo dudo,compartiendo cerveza y dialogo, pero en todo momento fue un resentido que sonreía. Y lo sigue siendo, claro.

Saludos señor Naranjo. Sigo sus textos y aprecio sus "perlas". Y me gusta su idea de la libertad y la comunicación, su pasión por los tebeos ( y por las ensaladas) y cómo transcurren las estaciones en esta su casa y los días del Madrid en que usted vive. Buen verano.

Anónimo dijo...

- ¡Majadero!
- ¡Poetastro!
- ¡Albañil!

¿No es encantador? Ni el pescadero y el herrero de la aldea de Astérix, vamos.

Un saludo.

fcnaranjo dijo...

Buen verano, señor Parés, también a usted. Y gracias. Es un placer tenerle a bordo...