viernes, 30 de junio de 2006

anoche

No me apetecía escribir, la verdad. Cansancio, calor. No sé...

La noticia del día. Y un episodio de Policías de NY, que voy recuperando de a poquito cuando no hay otra cosa en la televisión.

Y una sensación extraña, como de vértigo contenido. (La noticia del día, imagino...)

Y una lectura: Apuntes para una historia de guerra, Gipi. Sinsentido. Un libro brutal, resuelto con la aparente liviandad de quien sabe bien de lo que habla y quiere contarlo todo, con la fluidez de quien ha nacido con el don de la fábula, de la narración. Gipi demuestra en este tercer título que le conocemos que es una de las voces (una de las miradas) más sólidas del panorama europeo de la Historieta. (Y cómo dibuja, además: con qué sabiduría se ajusta a lo esencial, con qué elegancia utiliza el paisaje, con qué pulso convierte a sus personajes en signos.)


Hoy es viernes. Para algunos, la semana terminará a media tarde. A otros nos queda aún mañana...

El sol sigue abrasando la acera, la noticia del día de ayer es, claro, la noticia de hoy. (Será la noticia de muchos días a partir de ahora...) Queda mucho por ver y queda mucho por hacer.

Yo espero que sea para bien.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un tipo que puede estar orgulloso de lo que edita: Jesús Moreno.

Hay otro tipo que está orgulloso de lo excelente que escribe usted: yo.
--

Anónimo dijo...

El Sol es igual en todos los sitios y es diferente en cada lugar (suena poetico, pero esto es una "perogrullada", pero... y lo agusto que me he quedado, eh?). Bueno, que parece que se acercan dias de mucho calor, eso dice la prensa gratuita del Metro. Parece que superaremos Barcelona y quedaremos cerca de Madrid (en grados centigrados... en futbol esta claro que los de aqui nos han superado. Lo que mas me jod. es que el partido lo vi con una francesa que no dejo de chillarme en el oido). He leido su anterior post de las noticias de Aznar y compañia, a veces me dan ganas de declararme apatrida, com el padre de cierto amigo comun. Otras veces, simplemente, me dan ganas de coger el petate e irme al otro confin del mundo y nunca volver; y es que la patria a veces da mucha verguenza (lo siento, este teclado no tiene los puntitos para la "gu").
A lo mejor sigo su consejo y me compro una camiseta del ratoncito Perez y me la pongo cuando afronte las noticias. Es de mentira este ratoncito, pero en eso no engaña a nadie... y encima es generoso.
Un abrazo y hasta siempre.

Anónimo dijo...

Hay otro tipo que está orgulloso de cuán excelentes son ustedes en todas sus polifacéticas habilidades, estupendos escritores, espléndidos guionistas, excelsos teóricos, mejores comentaristas, la cumbre del Cómic, los ochomiles del medio, el no va más: yo.
--

fcnaranjo dijo...

Señor Aguacate: las patrias, en general, dan un poco de vergüenza. En especial cuando nos vienen impuestas, como obligación.

Uno prefiere sentirse de un lugar específico y pequeñito, cercano. Uno prefiere sentir apego por su gente, y no por banderas o terruños.

Ejem... Usted me entiende...