domingo, 29 de enero de 2006

tiempo

Si algo caracteriza a Chris Ware, con independencia de un espectacular virtuosismo gráfico, es su preocupación por el transcurrir del tiempo. Parece que lo fundamental en su obra, la parte del león, es el tiempo; parece que su preocupación principal sea reflejar el paso del tiempo.


Esta nueva entrega de su Acme Novelty Library lo confirma. En sus páginas hipnóticas transcurren apenas unas horas de una determinada mañana. Se aboceta en ellas el inicio de un argumento, se presenta a los personajes y se aventura cuáles podrán ser, quizá, sus posteriores relaciones. Y, por árido que suene lo que acabo de escribir... es probablemente lo más fluído que ha firmado nunca Ware, lo más accesible. No abandona a sus personajes disfuncionales, no hace concesiones, pero el resultado provoca una sensación de liviandad refrescante en un autor tan comprometido con el desarrollo de un lenguaje radical como él. (Un lenguaje, por cierto, que no deja de bucear en el pasado: los clásicos de la prensa norteamericana que tantas veces hemos citado aquí, King y McCay y Sterret y Herriman; a partir de ellos se desarrolla una incesante, apasionante reflexión gráfica.)


Como siempre, Chris Ware resulta estimulante y satisfactorio. (El libro, por cierto, no lo edita ya Fantagraphics, sino el propio autor.)

3 comentarios:

El lector de comics dijo...

Coincido con usted. El tratamiento del tiempo que realiza este autor es realmente intenso.

Anónimo dijo...

Hablando de tiempo... Mi barrio está cubierto de un precioso manto blanco.

Un saludo

fcnaranjo dijo...

Mmmm... Por aquí, a eso de las diez apenas quedaba un poco de nieve en algunos coches, compacta y un poco sucia. En algunos coches y en algún rincón a la sombra...

Pero frío... mucho frío. Voy a tener que rescatar algún jersey...