viernes, 23 de septiembre de 2005

de buena tarde...

El tiempo está raro hoy. Bochornoso a ratos. No sé... igual por eso tengo la cabeza como la tengo: espesa, cargada...


Ayer, en El País, Michael Crichton decía unas cuantas cosas a Jacinto Antón. Sensatas, a pesar de todo. El hombre presenta novela (sorry, olvidé el título... y olvidé el recorte), sobre ecoterrorismo y tal. Plantea que en el ecologismo no faltan los embustes, y que se juega mucho con la desinformación y eso.

Yo estoy con él. No en sus planteamientos dramáticos (esta vez, los verdes son malos malísimos en el libro, de la misma forma que en Acoso se daba la vuelta a la situación con resultados más que tramposos), pero sí en su apreciación de base. Siempre he dicho que el reducto contemporáneo de lo retrógado no estaba, curiosamente, en las iglesias o en las derechas tradicionales (que también, pero), sino en esa amalgama de creencias insensatas y buenas intenciones que algunos llaman ecologismo...


He dicho.


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Me han invitado a participar en algo llamado Blog Público, una especie de experimento de bitácora colectiva que acaba de tomar tierra...

No sé, apenas si han empezado a colgarse textos. Les iré contando...