domingo, 7 de agosto de 2005

otro domingo

De los de ventilador y persiana bajada, además...



Paeándome por mi lista de favoritos (aquí al lado la tienen, un poco más abajo), descubro una triste tendencia en los blogs que he ido descubriendo recientemente: se van cerrando. Da la sensación de que constituyen una etapa que, en un determinado momento, se supera... y da paso a otra, sin bitácora, sin exposición pública en la Red...

No sé, imagino que es normal. En especial en esos espacios que son puramente personales, incluso íntimos... (Que son, sí, los que más me interesan, por lo que tienen de despojamiento, de cercanía, de emoción.)

Pero que lo sea no impide que, después de mi paseo vespertino por el éter, me haya quedado una cierta sensación de melancolía entre los dedos... como si tuviera pendiente una despedida... (Con ellos, quiero decir: no tengo intención de irme.)


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Escucho ahora mismo a una banda nórdica del sello Siesta, Le Future Pompiste. Música de aliento retro, suave, impostada, impecable. Pop de cristal. Hay ecos de Stereolab, por si se hacen una idea, pero también (aunque menos) de Belle and Sebastian... Una banda sonora, en fin, más bien primaveral que de pleno agosto, pero qué quieren...


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He leído el primer álbum de Los Cazadores de Tesoros, de David B. Edición de Sinsentido, ya saben. (Continúo, ya ven, inasequible al desaliento en mi intención de recuperar lecturas perdidas...)

Un libro espectacular. Me ha gustado mucho. Es una pura efervescencia de imágenes, de ideas, de sorpresas... ¡Caramba! (Y a mí no se me sorprende a menudo...)


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Y mañana, semana nueva... A ver si acaso...