domingo, 28 de noviembre de 2004

Domingo de Increíbles...

En efecto, las cosas han salido bien y hoy ha habido cine: Los Increíbles, claro. Brad Bird y Pixar. El primero, escribe y dirige. (Ya hizo una joya antes: El gigante de hierro.)

Añadir más loas a las de todo el mundo sería reiterativo. Me permito, sí, una queja: un poco larga. Quizá toda la primera parte, la cotidiana, por así decir, podría haberse resumido algo más... Una opinión, en fin.

No se la pierdan. (En inglés, a ser posible: ¡Holly Hunter es Elastigirl!)


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Leído el fin de semana el Blue de Kiriko Nananan, editado por Ponent Mon. Un trabajo intimista, elíptico. Elegante. Pura angustia adolescente sublimada. (En versión japonesa, claro: elíptico todo, ya digo.)

El estilo de la autora, de contrastes acusados de blancos y negros, de línea pura, de personajes lánguidos y abundante en planos cortos y en encuadres casuales de elementos secundarios, acaba por enganchar.


Un buen álbum.


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Hace frío. En el centro de la ciudad, las calles están ya adornadas; en parte, al menos.

Las aceras están húmedas.


Creo que las cosas no van a mejorar, en general, en los próximos meses... Así que habrá que seguir. Como si nada. Ponerse al día con los que esperan, pacientes, esos textos sin entregar, esas páginas de guión, ay...

Esta semana sin falta.


Y, en navidades... veremos.